Es de noche y estoy observando la calle desde la ventana, enderezando los clavos de mi pasado reciente. Las ventanas son los ojos de mi ciudad y naturalmente deforman todo lo que ven. No hay caso, las personas somos de una vulnerabilidad increible, tenemos las realidad soñada y en un instante se nos escurre entre los dedos como un agua cualquiera.
Tenemos la felicidad perfecta, con el trabajo y tiempo que se necesita para conseguirla y de pronto aparece de la nada ese frio extraño que nos deja helados y en la vereda opuesta a los afectos. Entonces me puedo ahorrar la escalera de los dias y quedarme quieta o elejir seguir adelante, que es lo mas dificil, antes que se produzca la congelacion.
Me asomo al pozo de la noche y veo ese puente lleno de estrellas y que solo desparecera con la luz de la mañana. Mientras tanto me baño en recuerdos, especies de coagulantes para esta herida en el costado izquierdo.
No dormire esta noche ni amputare mis emociones, porque despues duelen toda la vida.
Estare alli, en la ventana, comunicandome de oscuridad a oscuridad mientras nuestros corazones se destrozan uno a otro con amor.
[Y quien me conoce che?!]
domingo, 12 de julio de 2009
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